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El aprendizaje móvil se ha incorporado rápidamente y en gran medida a
las principales tendencias en la educación (Johnson et al., 2014)¹ y el apren-
dizaje de idiomas extranjeros tendría un papel particularmente destacado
en este proceso. Sin embargo, las posibilidades técnicas de los dispositivos
móviles todavía limitan los logros pedagógicos de los docentes de lenguas,
incluso de los más avezados.

En el artículo se pretende por lo tanto responder a las siguientes pregun-
tas: ¿Qué principios pedagógicos han de guiar el desarrollo de los materia-
les de aprendizaje lingüístico para el aprendizaje móvil? ¿En qué medida
los enfoques adoptados en el diseño de materiales para el aprendizaje mó-
vil son similares o difieren de los que se emplean para la producción de
libros de texto? ¿Qué conclusiones se pueden extraer y aplicar para imple-
mentar con éxito el aprendizaje lingüístico autónomo en los dispositivos
móviles?

Consideraciones sobre la relación entre el aprendizaje de idiomas
tradicional, el aprendizaje virtual y el aprendizaje móvil
Según investigaciones recientes sobre la educación en un mundo orientado
a la tecnología, el aprendizaje del futuro en la educación superior supondrá
la independencia y el individualismo (Laskova, 2021; Bower, 2019), por lo
que los profesionales de la enseñanza deberán orientar su pedagogía para
promover la motivación intrínseca, la autonomía y la capacidad de auto-
dirigirse y de autoregularse, como también los principios del aprendizaje
permanente. Tales presupuestos tienen origen en las recientes prácticas
llevadas a cabo y sumamente empleadas en los entornos de aprendizaje
virtual durante la pandemia, en las que los educadores se esforzaron por
equilibrar y fomentar modelos de aprendizaje sostenibles e independien-
tes. En vista del uso generalizado de teléfonos inteligentes en todo el mun-
do (Silver et al., 2019), el aprendizaje móvil tiene asegurado un importante
rol en la evolución del aprendizaje de idiomas puesto que puede, en virtud
de sus múltiples posibilidades, ofrecer cada vez más nuevas opciones que
integren la comunicación de la vida real con incentivos de aprendizaje.

No obstante, varios investigadores señalan que aún existe una desco-
nexión entre el mundo de la educación y la tecnología móvil, con la cual
los alumnos interactúan en mayor medida fuera de las aulas (Walsh, 2010;
Kukulska-Hulme et al., 2015; Jie et al. al., 2020), de modo que no se integra
en el proceso de aprendizaje una importante fuente de motivación para el

¹ Véase la bibliografía en la pp. 33–36.

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