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umen en español
métodos y materiales didácticos efectivos para el aprendizaje móvil. La tec-
nología en sí juega un papel importante en la remodelación de las preferen-
cias, percepciones y actitudes de las personas, lo que lleva a la idea de una
metodología co-construida en un sistema sociotécnico (Viberg y Grönlund,
2012) y le saca partido a las prácticas desarrolladas dentro del aprendizaje
a distancia y asistido por ordenador o c a l l (del inglés computer-assisted
language learning), a la vez que requiere adaptarse a nuevas exigencias, co-
mo la flexibilidad, la portabilidad y la espontaneidad (Mutiaraningrum y
Nugroh, 2021).
Concentrándonos en el objetivo principal del proyecto LanGuide, o sea
en el diseño de una aplicación móvil para la adquisición lingüística, cabe
observar que «hay aplicaciones para todos los aspectos del aprendizaje de
idiomas, pero se ha prestado muy poca atención a las premisas pedagógi-
cas que sustentan el diseño de aplicaciones móviles» (Brick y Cervi-Wilson,
2015, pág. 24). Estas aplicaciones brindan una amplia capacidad de flexibili-
dad y adaptabilidad de tiempo y espacio, facilitando un entorno cambiante
que encuentran el favor de varios tipos de autodidactas, desde estudiantes
hasta profesionales (Ibacache, 2019), pero la conveniencia del aprendizaje
virtual y «la ubicuidad de las opciones del aprendizaje móvil afectan la ma-
nera en que se aprende, ya que el aprendizaje lingüístico se entrelaza con
la cotidianeidad y el trabajo de los usuarios» (Kukulska-Hulme, 2012, pág.
10). Aumentar la motivación de los aprendientes autónomos requiere, sin
embargo, un diseño bien organizado, contenido relevante y objetivos cla-
ros (Broadbent, 2017), así como un enfoque centrado en el estudiante y
en el conocimiento. Para ser exitoso, el aprendizaje móvil de una lengua
extranjera debe basarse en las habilidades y el conocimiento de los estu-
diantes, permitiéndoles razonar a partir de su propia experiencia, a la vez
que proporcionar un programa estructurado de conocimientos válidos, en-
señado de manera eficiente y con un uso inventivo de conceptos y métodos
(Sharples et al., 2005; Elbabour y Head, 2020).
En consecuencia, el nuevo medio implica también un cambio en los ro-
les y responsabilidades de los docentes, por lo que Conole y Alevizou (2010,
pág. 44) destacan que «los límites entre los roles tradicionales (docente y
alumno) y las funciones (enseñanza y aprendizaje) se están desdibujando.
Los “maestros” necesitan aprender para entender y tener en cuenta las nue-
vas tecnologías en sus prácticas». Los docentes y los autores de materiales
deben estar al tanto de cómo los usuarios finales pueden usar de forma
conveniente los dispositivos digitales dentro y fuera de clase, al igual que
los sitios web y aplicaciones a los que sus estudiantes acceden con frecuen-
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métodos y materiales didácticos efectivos para el aprendizaje móvil. La tec-
nología en sí juega un papel importante en la remodelación de las preferen-
cias, percepciones y actitudes de las personas, lo que lleva a la idea de una
metodología co-construida en un sistema sociotécnico (Viberg y Grönlund,
2012) y le saca partido a las prácticas desarrolladas dentro del aprendizaje
a distancia y asistido por ordenador o c a l l (del inglés computer-assisted
language learning), a la vez que requiere adaptarse a nuevas exigencias, co-
mo la flexibilidad, la portabilidad y la espontaneidad (Mutiaraningrum y
Nugroh, 2021).
Concentrándonos en el objetivo principal del proyecto LanGuide, o sea
en el diseño de una aplicación móvil para la adquisición lingüística, cabe
observar que «hay aplicaciones para todos los aspectos del aprendizaje de
idiomas, pero se ha prestado muy poca atención a las premisas pedagógi-
cas que sustentan el diseño de aplicaciones móviles» (Brick y Cervi-Wilson,
2015, pág. 24). Estas aplicaciones brindan una amplia capacidad de flexibili-
dad y adaptabilidad de tiempo y espacio, facilitando un entorno cambiante
que encuentran el favor de varios tipos de autodidactas, desde estudiantes
hasta profesionales (Ibacache, 2019), pero la conveniencia del aprendizaje
virtual y «la ubicuidad de las opciones del aprendizaje móvil afectan la ma-
nera en que se aprende, ya que el aprendizaje lingüístico se entrelaza con
la cotidianeidad y el trabajo de los usuarios» (Kukulska-Hulme, 2012, pág.
10). Aumentar la motivación de los aprendientes autónomos requiere, sin
embargo, un diseño bien organizado, contenido relevante y objetivos cla-
ros (Broadbent, 2017), así como un enfoque centrado en el estudiante y
en el conocimiento. Para ser exitoso, el aprendizaje móvil de una lengua
extranjera debe basarse en las habilidades y el conocimiento de los estu-
diantes, permitiéndoles razonar a partir de su propia experiencia, a la vez
que proporcionar un programa estructurado de conocimientos válidos, en-
señado de manera eficiente y con un uso inventivo de conceptos y métodos
(Sharples et al., 2005; Elbabour y Head, 2020).
En consecuencia, el nuevo medio implica también un cambio en los ro-
les y responsabilidades de los docentes, por lo que Conole y Alevizou (2010,
pág. 44) destacan que «los límites entre los roles tradicionales (docente y
alumno) y las funciones (enseñanza y aprendizaje) se están desdibujando.
Los “maestros” necesitan aprender para entender y tener en cuenta las nue-
vas tecnologías en sus prácticas». Los docentes y los autores de materiales
deben estar al tanto de cómo los usuarios finales pueden usar de forma
conveniente los dispositivos digitales dentro y fuera de clase, al igual que
los sitios web y aplicaciones a los que sus estudiantes acceden con frecuen-
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